sábado, 12 de abril de 2014

¿Mediadora de...cómo? (Parte 1)

Hoy vamos a analizar una de las situaciones cotidianas que se nos suelen dar a los que trabajamos en este mundillo tan interesante y desconocido.
Va dedicado a mis compañeros, a los que admiro y que para mí son un ejemplo. En especial a J., con quien viví una vez esta misma conversación.

- ¿En qué trabajas?
- Soy mediadora de personas con sordoceguera.

Aquí suelen darse las siguientes reacciones:

  1. Uff, ¡qué duro! ¿No?.
  2. Vaya, ¡qué interesante! ¿Y qué estudiaste?
  3. Espera, espera...¿sordos y ciegos? ¿A la vez?

Sea cual sea la reacción, número uno, dos o tres, no tienen ni idea de lo que les estás hablando. Analicemos qué tipos de personas cuadran más con cada una.

La número 1:

Esta persona ha oído sordo y ciego en una misma palabra y se ha perdido. Se ha quedado en blanco y no es capaz de reconocerlo. Une ambos conceptos y, aunque no haya visto a un sordociego en su vida, da por hecho que es un trabajo duro. Y, a veces puede estar en lo cierto, pero yo jamás definiría este trabajo como algo duro. Hay momentos difíciles sí, pero no es un trabajo “duro”, porque hasta los momentos más difíciles tienen un pequeño brillo. (Esta es mi humilde opinión).

La número 2:

Probablemente esta persona quiere ligar contigo y, aunque no sabe de qué mierda estás hablando, necesita transmitirte que para el/ella es algo interesante. Y va más allá, te pregunta qué has estudiado, al menos muestra interés por acercarse a saber la verdad sobre tu misterioso trabajo. También se puede dar el caso de alguien que no quiere ligar contigo, claro. Esta puede ser una persona muy interesada en temas sociales y acaba de flipar escuchando “sordociegos”.

La número 3:

Mis preferidos, los más comunes. Los que de verdad te están escuchando y contestan con sinceridad. Es la primera vez que saben de la existencia de esa palabra y no les da miedo reconocerlo. Abren los ojos, casi como búhos en la noche, con la esperanza de encontrar respuestas.

Sea cual sea el tipo de persona con quien has decidido comenzar esta conversación, siempre o casi siempre, acabará igual:

- Entonces, si son ciegos y sordos al mismo tiempo, ¿cómo se comunican?

Y ahí, amigo mío, estás perdido...

CONTINUARÁ...






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