Para que no os aburráis mucho con mi historia, os dejo una carta que le escribí a Inés después de mi primer campamento. Desde hace tres años colaboro con APASCIDE como voluntaria. Los campamentos es algo de lo que os tengo que hablar detenidamente, demasiadas sensaciones.
Sertiémbre de 2010
Hoy he soñado contigo. Mis manos tenían labios y oídos. Tú
reías y jugábamos a hablar. Al despertar las he mirado. Ha pasado una semana y
la huella de tus arañazos casi ha desaparecido de mis dedos. Pienso que es
curioso cómo olvida la piel. Y me alegro de saber que tu recuerdo no se irá con
esas heridas. Por mi mente, el momento de nuestra despedida. Yo quería darte
las gracias, abrazarte y verte reír. Tú ansiabas irte con tu familia y te
escapabas de mis brazos. Por eso te escribo estas palabras llenas de lágrimas.
Las mismas lágrimas que cuando te vi alejarte. Palabras sin voz. Palabras sin
intención. Palabras para que sepas que nunca te olvido.
Gracias
Yo no puedo colgar su foto pero este mismo post lo encontraréis en el blog de APASCIDE.
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